Las leches vegetales se han convertido en una de las bebidas más consumidas en los últimos años. Su popularidad se ha disparado tan con la leche de soja, de arroz, de avena, la de anacardos, quinoa, de frutos secos, leche de coco, alpiste…
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La leche de avena es una de las más consumidas, se consigue del cereal con el mismo nombre, con muchas propiedades saludables. Pero hay que tener en cuenta que estas leches no sustituyen a la leche de vaca desde el punto de vista nutricional.
Propiedades de la leche de avena
La leche de avena está muy integrada en la dieta, principalmente por su alto contenido de hidratos de carbono y fibra y bajo en grasas. También tiene un aporte alto en minerales, vitaminas y antioxidantes. Reduce el colesterol malo y los triglicéridos por las grasas saludables. Protege el sistema nervioso y previene el estrés y la ansiedad.
Entre las propiedades saludables de este cereal se encuentran principalmente, que es una leche más digestiva, contiene un alto aporte de minerales como hierro, fósforo y magnesio. Es una bebida ligera y refrescante, aunque se puede consumir fría o caliente.
Consumir la avena ayuda a la hidratación y complementa la dieta. Además, tiene un gran poder de saciedad por lo que funciona como regulador del apetito y ayuda a perder peso. También combate el estreñimiento por su aporte de fibra.
Cómo consumir la avena
La avena se puede introducir de muchas maneras en la dieta:
Avena en grano. Se cocina y se consume igual que el arroz o la cebada.
Copos de avena. Muy populares entre los desayunos saludables. Los copos de avena integrales son los más consumidos en estos casos, por su alto contenido en fibra.
Avena de cocción rápida o industrializada. Son mucho más fáciles de cocinar y con más rapidez.
Leche de avena. Como ya se ha comentado, esta bebida vegetal mantiene las propiedades de la avena. Se puede consumir líquida y en polvo.