No todos los cocos dan miedo o son motivo para salir huyendo, al contrario, cuando hablamos de esta combinación entre una fruta y una nuez a más de uno se le hace agua la boca, pero saborear un mordisco de este paradisiaco híbrido no es tarea fácil, pues suele estar cubierto por una correosa capa de color marrón que lo protege de las aves o las condiciones del medio ambiente, sin importar lo útil que sea, deshacerse del epicarpio es todo un reto… o al menos lo era.
Hoy te traemos el truco perfecto para que sigas alimentando tu cuerpo con las cualidades del fruto de las palmeras, entre las que se destacan sus propiedades antibacterianas, vitaminas, minerales, antioxidantes, nutrientes esenciales, electrolitos, sin mencionar que es un excelente aliado para las dietas, gracias a que proporciona una agradable cantidad de saciedad con menos calorías.
Bueno, ya fue suficiente de hablar de las maravillas de este superalimento, mejor pasemos a el
hack.
Materiales:
- Sacacorchos.
- Trapo.
- Cuchara.
Procedimiento:
El primer paso es tomar el sacacorchos y hacerle un pequeño orificio al coco para drenar su líquido, después le pintaremos una línea de agua caliente por alrededor, enseguida envuelve la drupa en un trapo o tela y golpearlo fuertemente contra una superficie sólida, una vez esté roto, sumerge ambas partes en una olla con agua caliente por tres o cinco minutos, pasado el tiempo solo queda dejarlo enfriar y retirar el contenido con una cuchara.
Recuerda que no porque un objeto perdido su utilidad es basura, aunque las cáscaras de coco no son comestibles hay muchas alternativas para sacarles más provecho que simplemente tirarlas a la basura como por ejemplo macetas, artesanías, cuencos, platos, portavelas y algunas otras ideas mas de manualidades.
¿Lista para empezar?
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