Los jardines eternos en miniatura también se conocen como jardines embotellados o ecosistemas de Latimer, este nombre se debe a su creador, el ingeniero británico David Latimer, quien en 1960, se preguntó cuánto podría sobrevivir una planta, con su porción de suelo, en un entorno hermético y aislado del exterior, donde solo penetrara la luz del sol. Fue así que tomó una gran botella de 40 litros de capacidad, colocó en el fondo piedras, tierra y añadió una cobertura de musgo. Sembró en su interior varias plantas, las regó y lo cerró. Desde entonces, la botella solo ha sido abierta una vez y lleva aislada desde entonces.
Lo sabemos, esto parece de leyenda, pero es absolutamente real, los jardines embotellados o terrarios están muy de moda, y al igual que el huerto en casa, nos ayudan a transportar al interior de nuestros hogares un pedacito de naturaleza. Además de darle vida a un espacio, se dice que ayuda a mejorar el estado de ánimo. Es por eso que queremos enseñaros a hacer uno en casa y obviamente a cuidar de él como se debe. No os imagináis lo precioso que es crear un ecosistema desde cero y verlo siempre lleno de vida, veréis cómo os entran ganas de haceros chiquititos y vivir en su interior.
¿Cómo hacer un jardín en miniatura?
Materiales
- Esponja
- Palillo de madera
- Gravilla
- Carbón molido o en trozos pequeños
- Tierra
- Semillas
- Envase de vidrio, entre más grande mejor y preferiblemente que tenga tapón de corcho.
Paso a paso del jardín en miniatura
- Agrega una capa fina de tierra al envase de vidrio.Esto servirá como sustrato para que crezcan las bacterias.
- Encima de ella añade una capa de piedras, Ayudarán a drenar el agua.
- Cubre con más tierra, preferiblemente compost casero o carbón molido. Esto debe ser lo suficientemente fuerte para soportar las raíces de las plantas.
- Siembra una o varias especies de plantas, preferiblemente tropicales y tolerantes a la humedad. Dependiendo del tamaño de la botella, puede variar el tamaño y número de plantas, pero se recomienda que sean pocas y pequeñas. En todo caso, siempre hay que evitar las plantas invasoras.
- Colócalas preferiblemente lejos del borde de la botella, y con espacio suficiente entre unas y otras. Para hacerlo, usa el palillo de madera o unas pinzas largas de cocina, que lleguen hasta el fondo.
- Añade la gravilla alrededor de las semillas y cubre lo demás con musgo. También puedes agregar alguna piedra bonita que adorne el recipiente.
- Este jardín necesita muy poca agua y hay que evitar echarla directamente sobre las plantas, es preferible que caiga escurriendo por la pared de la botella, para esto puedes usar la esponja. La idea es que la tierra quede húmeda, pero no empapada.
- Y listo, coloca el corcho y escoge el lugar adecuado para el jardín embotellado.
¿Cómo sobrevive un jardín en miniatura?
El portal EcoInventos, nos dice lo siguiente: Las semillas sembradas han creado su propio ecosistema en miniatura, es el ciclo perfecto de la vida. “La única entrada externa que ha tenido la planta ha sido la energía solar, todo lo demás es reciclado.” Las hojas muertas que van cayendo a la parte inferior de la botella, crean el dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis y los nutrientes que absorbe a través de sus raíces. Hablando del agua, el sitioweb Acerca Ciencia, explica lo siguiente: “El agua de la botella es tomada por las raíces de las plantas, y durante el día, se libera como vapor de agua provocado por el proceso de transpiración. Por la noche, el agua se condensa, cayendo hacia la tierra o sustrato, cerrando el ciclo.” De este modo se explica cómo el jardín embotellado es capaz de sobrevivir.
¿Cuáles son los cuidados de un jardín en miniatura?
- Para mantener la humedad en el frasco, debe permanecer cerrado.
- Hay que colocarlo en un área iluminada, pero no directamente al sol. El jardín embotellado debe recibir abundante luz, aunque dependerá de las plantas elegidas; algunas necesitan sol directo, otras están mejor a la sombra.
- Si decides utilizar suculentas o alguna planta que no debe recibir mucha humedad, retira la tapa del frasco 1 vez a la semana.
- El agua que liberan las plantas en la botella cerrada regresa por las paredes de la botella hasta la tierra, y estas vuelven a absorber esa agua. Si notas que las plantas necesitan más agua, puedes agregarla. De lo contrario puedes abrir el frasco una vez al mes y añadir un poco de agua de ser necesario.
- Puedes limpiar las paredes de la botella por dentro utilizando un palillo con algodón (Q-tips).
El sitio de manualidades Mi rincón de artes, ha usado frascos muy pequeñitos para hacer este jardín en miniatura, este frasco tan chiquito puede servir perfectamente para hacer un collar muy mono. De esta manera tendréis un accesorio totalmente original que será la envidia y la sensación de muchos y al mismo tiempo estaréis manifestando vuestro apoyo al medio ambiente. También veréis que mantener plantas cerca de vosotros mejora el estado de ánimo y la creatividad, no importa si es con un jardín embotellado o un semillero con corcho de vino, lo importante es seguir purificando nuestro ambiente y cuidar de la naturaleza.