Vale, sabemos que la papaya no es la fruta más popular, puede ser el olor o el sabor, quizás ambos factores nos hacen decir "¿Papaya? No, gracias, yo paso de ella." Sin embargo, os aseguramos que no conocéis las bondades de esta fruta, por ejemplo, el portal Cuídate Plus, nos dice que es un buen diurético y también mejora nuestro sistema inmune, igualmente mejora la salud y apariencia de la piel pues es rica en antioxidantes y claro, también nos ayuda a regular nuestro transito intestiinal.
Pero si vosotros estáis empeñados en no comerla, puede que os agrade un poquito más en cuanto descubráis lo que puede hacer por vuestras plantas, es por eso que ahora os traemos un fertilizante casero hecho con cáscara de papaya, veráis que es un trabajo chupado y os resultados os dejarán flipando. Tal vez este es el incentivo que estábais buscando para incluir esta fruta en vuestras vidas.
Beneficios de la cáscara de papaya para las plantas
Los eruditos de Enséñame de ciencia, nos dicen que la cáscara de papaya puede potenciar nuestro jardín o huerto en casa ya que mejora la fertilidad del suelo. Gracias a su alto contenido de potasio, claso y papaína (una enzima que de acuerdo con la FAO mejora la digestión de proteínas y la calidad del tejido muscular) veréis como vuestras plantas crecerán de manera más rápida mientras mejoran la apariencia de sus hojas y sus raíces se vuelven más fuertes.
¿Cómo hacer un fertilizante casero con cáscaras de papaya?
Para este fertilizante solo váis a necesitar 2 ingredientes: Cáscaras de papaya y agua.
- Pica las cáscaras de papaya y tritúralos junto con el agua. La consistencia de la mezcla no debe quedar tan espesa, por lo tanto, puedes agregar tanta agua como sea necesaria.
- Riega directamente tus plantas con este líquido.
Otra forma de darle a tus plantas los beneficios de la papaya es haciendo una composta con las cáscaras, tierra y hojarasca, esto hay que hacerlo en capas y dejarlo reposar por una semana antes de agregarlo a vuestraas plantas. Por otro lado, hay que ser cuidadosos con estos abonos caseros, pues abusar de ellos puede conducirnos a la ruina de nuestro jardín.