El pescado ya sea fresco o congelado es elemento indispensable en las dietas. Su aporte de proteína, vitaminas y minerales lo hace un complemento perfecto para los que buscan bajar de peso. Lo malo que tiene es que es uno de los productos alimenticios que se descompone más rápido. Este factor es importante puede ocasionar una intoxicación tan fuerte que se puede terminar en el hospital.
La realidad es que a nadie le gusta tirar comida a la basura, por lo que ante esta posibilidad y la de una intoxicación, vamos a presentar el truco que te enseñará a identificar si tu pescado está comestible o se tiene que tirar a la basura. Si bien una forma fácil es con el aspecto, ya que cambia un poco. La realidad es que existe una forma infalible que te indica si se puede comer o no.
¿Como saber si está en mal estado el pescado?
Lo primero que se tiene que mencionar es que si se dejó al aire libre por más de 48 horas, lo mejor será no hacer ni el intento de cocinarlo. Si está en la nevera, las autoridades sanitarias recomiendan no tenerlos más de dos días. Si se cuenta con vísceras, hace mucho calor o está le da el sol directo lo mejor es comerlo ese mismo día.
Fuera de este consejo, hay otras formas que indican si se puede comer o no. Estas están más relacionadas con el aspecto de la pieza que se compró, por lo que puede servir cuando se va a comprar al supermercado o a la pescadería directamente.
- Un olor fuerte, desagradable. Entre las características está que huela a amoníaco o a putrefacción.
- Si las escamas se caen solas.
- La piel blanda y correosa.
- En caso de tenerlos sin piel, que la carne esté viscosa, gelatinosa o con muy poca firmeza.
- Agallas de color pálido.
- El color de la carne, pero esto dependerá de cada pescado. Se recomienda conocer uno en buen estado previo a comprarlo.
¿Qué hace que el pescado se descomponga?
Desde que se saca del agua empieza el proceso de descomposición del animal, pero existen algunos factores que son los que terminan por deteriorarlo de forma rápida. El oxígeno, la luz y las bacterias que se encuentran en el aire son factores importantes que harán que el pescado se descomponga.
Por eso se deben mantener en lugares fríos, bien tapados y aislados del exterior. Se recomienda guardarlos en un recipiente hermético en la zona más fría de la nevera.