Si eres fan de las semillas como aperitivo o en ensaladas, seguro que conoces las pipas de girasol que, no solo son muy sabrosas, sino que tienen muchos nutrientes. Pero ¿qué pasa con las cáscaras? Para que no termines por tirarlas, aquí te enseñamos cómo usarlas en el jardín para nutrir a tus plantas.
Las pipas de girasol son la semilla comestible de la planta comúnmente conocida como girasol (Helianthus annuus L.). Normalmente se encuentran completas (con cáscara), aunque también puedes comprarlas ya peladas. En todo caso, si las consigues con cáscara, esta suele ir a parar a la basura, pero la realidad es que bien puedes utilizarlas para nutrir tus plantas en el jardín.
Beneficios de las pepitas de girasol (y sus cáscaras)
Las pipas de girasol tienen muchos beneficios para la salud que nosotros podemos obtener de consumir la parte interna, pero la cáscara también aporta muchos estos beneficios, el problema es que es muy dura y resulta difícil de digerir. Pero todos esos nutrientes que nosotros no podemos aprovechar, si que pueden ser aprovechados por las plantas.
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Las semillas de girasol son ricas en vitamina E y tienen muchos beneficios para la salud. Esta vitamina es un poderoso antioxidante que mantiene las células sanas y previene diversas enfermedades. Además son ricas en minerales como manganeso, calcio, cobre, fósforo y selenio, que ayudan a las plantas a crecer más rápido.
¿Cómo usar las pipas de girasol en el jardín?
Si bien el consumo de fibra es beneficioso para la salud, las cáscaras de las semillas de girasol contienen un tipo de fibra que no pasa correctamente por los intestinos, lo que puede ser peligroso y dañar el tracto digestivo. Por suerte, existen algunas ideas que podemos poner en práctica para reciclarlas. A continuación te contamos cómo puedes reutilizar las cáscaras de las pipas de girasol para preparar abono y fertilizante para tu jardín.
Abono para plantas.
Los estudios muestran que las cáscaras de girasol utilizadas como fertilizante pueden mejorar las propiedades físicas y químicas del suelo. Gracias a los beneficios de la cáscara de la semilla de girasol, su uso como abono para plantas llena de nutrientes la tierra destinada a las plantas.
Para hacerlo solo mézclalas con tu sustrato, de modo que tus plantas puedan absorber los nutrientes poco a poco. También puedes molerlas un poco para que los resultados sean más rápidos. Si quieres hacer un fertilizante de acción rápida, utiliza agua caliente y mézclala con las semillas molidas. Déjalo reposar durante un par de días y luego cuela la mezcla. Rocía tus plantas con un atomizador para que crezcan más rápido.
Composta
Las semillas de girasol también son un ingrediente que le va muy bien al compost casero. Simplemente mezcla las cáscaras de las pipas de girasol con otros elementos como las sobras del café que ha quedado en el filtro, las cáscaras de frutas, el cascarón de los huevos, hojas y ramas sueltas de tu jardín y otros desechos orgánicos.
Recuerda que debes utilizar un compostador para hacerlo. Puedes construir el tuyo o comprar uno de los que ya hay en el supermercado o en las tiendas en línea. Luego, cuando tu compost esté listo, utilízalo para abonar tus plantas para que absorban todos los nutriente posibles
Ahora que ya sabes cómo reutilizar las semillas de las pipas de girasol, no solo generarás menos basura, sino que tu jardín lucirá más sano que nunca y tus plantas crecerán fuertes y sanas. Si te han gustado estos consejos, prueba también este de abono con café para tus plantas.