La fregona, ese invento creado por el español Manuel Jalón en el año 1964, es uno de los objetos que no falta en ninguna casa y que, desde su creación por parte del ingeniero aeronáutico, ha revolucionado el sector de la limpieza. A pesar de que la fregona se impregne en detergentes, lejía, y productos químicos para limpiar los suelos, constantemente recoge mucha suciedad y bacterias que, si no se eliminan correctamente, pueden provocar problemas e infecciones en el hogar. Por lo que desinfectar la fregona después de su uso, es una tarea que debe automatizarse para no tener que desecharla cada pocos meses y comprar una nueva.
Por qué limpiar la fregona tras usarla
Las fregonas absorben los malos olores y la suciedad de los suelos, manteniendo la humedad por más tiempo en sus fibras, por lo que hay que limpiarla a menudo para que no se estropee. Se puede limpiar con un truco casero, de manera sencilla y utilizando algunos de los productos que se tienen para la limpieza del hogar. Los ingredientes que hacen falta para este hack casero son, jabón o lejía, limones y vinagre blanco, eliminaras toda la suciedad incrustada y evitarás también la aparición de malos olores y manchas repugnantes.
Cómo limpiar la fregona
Lo que se necesita es un cubo lleno de agua con un poco de jabón o lejía con detergente, unos guantes de látex, tres limones y vinagre blanco. Una vez se tengan todos los ingredientes, hay que seguir los siguientes pasos:
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Primero hay que llenar el cubo que se usa para la fregona de agua fría o tibia. Añadir un poco de jabón neutro o lejía con un poco de detergente. Una vez se tenga la mezcla, introducimos la fregona con los guantes puestos, frotamos bien, enjuagamos y escurrimos la fregona varias veces.
La segunda parte de este truco casero es que, tras limpiarla varias veces, lo mejor es cambiar el agua del cubo, llenarlo de nuevo de agua y mezclar, esta vez, con dos tazas de vinagre blanco y el zumo de tres limones. Introducir la fregona y dejarla en remojo unas 2 o 3 horas. De este modo se eliminarán los malos olores.
Pasadas esas horas, es el momento de escurrir la fregona, eliminar el exceso de agua y dejarla para que se seque al aire, fuera del cubo. Si puede ser en una zona donde le dé el sol, mejor para eliminar las bacterias y que se seque antes. Y fregona lista para usar.