La velocidad extrema del día a día con el que vivimos a veces no nos permite usar los tiempos como quisiéramos. Comer en el trabajo, cocinar todo de manera muy rápida y desprolija y hasta llegar a perder comida por no conservarla de manera correcta son algunos ejemplos. Por suerte, para la gran mayoría de las personas, existe el famoso y querido táper.
En el año 1947 Earl Silas Tupper inventó un producto que revolucionaría el mundo de la gastronomía y lo llamó igual que él:“Tupper”. Con el correr de los años el producto cobraría fama por su eficacia para preservar alimentos y lo llamaría “tazón maravilla” Comenzaron siendo de polietileno, luego los fabricaron de metal hasta llegar al presente táper de plástico o de cristal.
A medida que evolucionó el producto se pudo ubicar una pequeña válvula en la tapa pero que no muchos conocen su correcto funcionamiento o directamente para qué se encuentra ubicada allí. Dentro de las varias funciones que tiene, la primera que podemos mencionar es la oxigenación de su interior para los productos que requieren de aire.
En cuanto al microondas, podemos abrir la válvula sin la necesidad de retirar la tapa del táper y el alimento se calentará de igual manera y de una forma más pareja. Y por otro lado al momento de transportar líquidos la válvula puede ser cerrada para evitar derrames, una vez que se llega a destino se puede abrir nuevamente la válvula para que el producto se oxigene nuevamente.
La realidad indica que con este simple pero eficiente producto podemos solucionar muchos problemas de nuestras jornadas diarias. A su vez, esta simple válvula minúscula nos permite agregarle prestaciones que no teníamos ni pensadas. Una pequeña válvula para el táper, un gran paso para el hombre.