El hambre es la sensación que indica la necesidad de comer. Puede significar también la escasez de alimentos básicos lo que lleva a causar carestía o miseria generalizada de apetito. En muchos países, el hambre es consecuencia de la pobreza y la economía. Pero, con respecto a la alimentación, la mayor cantidad de las personas no comen bien o no poseen una alimentación saludable por lo que se debe distinguir entre el hambre real y emocional.
Son muchos problemas los que causan un hambre emocional y que parecen ser real, tales problemas pueden ser psicológicos en donde la ansiedad o el estrés son los que prevalecen. Esto genera que muchas personas coman y debido a estos problemas no pueden saciar el hambre y por eso te aconsejamos lo más saludable para comer en el día.
Se debe distinguir entre varios tipos de hambre: el que está relacionado con los sentidos y que se produce a la hora de oler, ver o degustar algún tipo de comida, el hambre celular es aquel que se produce cuando una persona está enferma. Otro tipo de hambre que existe es el real que surge cuando el cuerpo natural requiere de nutrientes para su correcto funcionamiento.
Por último, el hambre emocional es aquel que surge por problemas ya sea emocionales o mentales como la ansiedad, la depresión o el estrés. Aquellas personas estresadas sienten la necesidad de alimentarse pese a que el cuerpo no se los pida. Los especialistas recomiendan que el hambre emocional no debe prevalecer entre los demás y es el real el que debe prevalecer en la persona.
Es por eso que te recomendamos una serie de consejos para que el hambre emocional no se imponga por sobre los demás. En primer lugar, a la hora de llevarse la comida a la boca, hay que tomarse el tiempo necesario para saborear y degustar, no se debe comer de manera rápida ya que, al hacerlo de una manera más lenta, el estómago sentirá la sensación de saciedad. Por último, hay que evitar distracciones cuando las personas se sientan a comer y centrarse en la comida.