Nada para acompañar los alimentos como una ensalada preparada con los ingredientes más frescos, pero ¿dónde podemos conseguirlos? la respuesta es fácil: en casa.

Cada vez es más común encontrar huertos caseros, pues no solo garantizan la frescura de los vegetales, sino que tienen menor impacto ambiental que las grandes plantaciones, además de ser más baratos, aunque eso sí, requieren de atención y cuidados especiales. Pero no te asustes, en Gastrolab te compartimos 7 consejos para cultivar fácilmente tus propias verduras.

Cultiva tus propias verduras en casa de manera sencilla

Lo primero que vas a necesitar es donde plantar, pero no te preocupes, no necesitas de un jardín grande para ello. Puedes usar macetas o incluso una caja de plástico o madera.

¡Listo! Ahora solo necesitas tierra, semillas, agua y luz. Aquí te dejamos algunos tips para que aproveches tu huerto casero al máximo.

Cuida las raíces

Uno de los errores más comunes es utilizar macetas o cajas que no dejen salir el agua. Asegúrate de que tu recipiente tenga agujeros en el fondo para que el agua que no absorban las plantas no se acumule y termine por pudrir sus raíces.

Si no tienes un recipiente con agujeros puedes utilizar un taladro para hacerlos, después coloca un plato o charola debajo para que el agua no escurra hasta el suelo.

Utilizar macetas poco profundas también puede afectar a tus cultivos, pues las raíces necesitan espacio debajo para crecer. Utiliza recipientes de entre 7 y 15 centímetros de profundidad para que no falte ni sobre espacio.

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Usa una buena tierra

La tierra es donde se encuentran todos los nutrientes, así que debes tener cuidado al momento de elegirla. procura combinar varios tipos de abonos o sustratos, debido a que cada uno tiene características particulares con aplicaciones específicas.

Si no sabes que tierra usar puedes ir a cualquier vivero cercano y preguntar por una opción que se ajuste a tus necesidades.

Es importante que cuando coloques la tierra en las macetas no presiones demasiado fuerte, si el sustrato está muy compactado, las raíces no podrán crecer.

¿Semillas o brotes?

Si estás empezando tal vez prefieras sembrar a partir de brotes, que se pueden encontrar en viveros y mercados, de esta manera te ahorraras la etapa de germinado, que puede ser la menos fácil. Las grandes desventajas son que pueden ser un poco más caros y que no todos los vegetales se pueden obtener a partir de brotes; algunos como la zanahoria deben ser plantados desde semilla.

Para sembrar los brotes realiza un agujero en la tierra lo suficientemente grande para que quepan las raíces y cubre con la tierra presionando suavemente.

Por el contrario, si siembras con semilla has un agujero no más profundo que la mitad de la maceta y deja caer 3 o 4 semillas, de esta manera aumentaran las posibilidades de que alguna germine. Cubre con tierra y presiona suavemente.

Buena iluminación

Una de las cosas más importantes para que tus verduras crezcan correctamente es la luz del sol. Busca un lugar en donde puedas pararte y veas el sol. 

La mayoría de las verduras que vas a sembrar necesitan aproximadamente de 6 horas de sol al día, así que es importante que si vas a ponerlas dentro de tu departamento lo hagas cerca de una ventana donde entre buena luz solar. Por otro lado, si lo pondrás al aire libre asegúrate también de que tengan un poco de sombra, de lo contrario se secarán rápidamente.

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Riega cuidadosamente

No todas las plantas necesitan de la misma cantidad de agua, algunas necesitan más y otras menos, procura investigar cuanta agua necesitan tus diferentes plantas de modo que no se ahoguen ni se sequen.

Otro punto que hay que tener en cuenta es la época del año, pues dependiendo de los niveles de humedad y la temperatura en el ambiente las plantas necesitan de más o menos agua.

Utiliza fertilizantes

Sembrar sin fertilizantes puede ser muy complicado. Busca fertilizantes naturales para ayudar a tus plantas a crecer fuertes y sanas.

Los más recomendados son los fertilizantes balanceados, pues son buenos tanto para las flores como para los vegetales. Estos fertilizantes se les conocen como abonos NPK y tienen nitrógeno, fósforo y potasio.

Cuídate de las plagas

Los pulgones, caracoles y orugas son un peligro para los cultivos, pues se comen las hojas y las raíces. Si te encuentras con estos animalitos es momento de que les des un tratamiento especial. Retira cuidadosamente a los invitados no deseados y rocía con algún pesticida natural. Si a los pocos días regresa la plaga deberás cambiar por completo la tierra.

Por el contrario, las mariquitas y las abejas son muy buena señal. Estos insectos pueden ser indicador de que tu plantación va por buen camino. además las mariquitas se alimentan de pulgones, así que te ayudarán a evitar las plagas.

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Ahora que ya tienes todas las herramientas, pon en práctica tus aprendizajes y cosecha tus propias verduras.