Sin dudas, las orquídeas son una de las platas de interior favoritas de muchas personas para decorar su hogar debido a su gran belleza que se presenta en múltiples formas, colores y tamaños. Sin embargo, también representan un gran dolor de cabeza porque requieren cuidados muy específicos para florecer adecuadamente.
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Para cuidar esta planta de interior, lo más importante tiene que ver con el riego, pues, aunque las orquídeas pueden sobrevivir con cualquier tipo de agua, lo ideal es regarlas con agua de la lluvia. Como no siempre es posible recolectarla ni es recomendable dejar la flor afuera cada que llueva, hay un par de alternativas para darle esos beneficios.
Jugo de limón y orquídeas
El jugo de limón ayuda a reducir el pH del agua regular y así la vuelve similar al agua de lluvia. También tiene efectos positivos en las orquídeas, como que promueve la floración, evita que se marchiten o se pongan amarillas; sirve como fertilizante, fortalece las raíces, y las protege de hongos. Estos se los debe a que tiene Vitamina C y agentes antioxidantes.
Para aplicar este truco en platas de interior, solo debes mezclar media taza de agua tibia y el jugo de medio limón, es muy importante cuidar que no haya ningún hueso de intruso. Después, deja reposar la mezcla por 30 minutos para luego vaciarla en un plato donde quepa la maceta de tu orquídea. Es decir, harás riego por inmersión.
Otros cuidados
Como buena planta de interior, las orquídeas debes tener cuidado con otros factores. Para empezar, la iluminación que necesitan es indirecta, es decir, tienen que estar en un lugar donde haya una barrera entre los rayos solares y estas flores, como una cortina. En cuanto al riego, es importante agregar que su sustrato siempre debe mantenerse húmedo, por ello se recomienda colocarlas en macetas de plástico transparente.