Con el reciente estreno de la película Blonde de Netflix, protagonizada por Ana de Armas, se ha vuelto a poner sobre la mesa en debate, la vida de la actriz Marilyn Monroe. Lo que hacía, lo que vestía, lo que comía… todo en tela de juicio, especialmente su físico, su complexión y su alimentación. Pero es cierto que la famosa actriz llevaba una dieta algo cuestionable.
Según los expertos en su vida, Marilyn llevaba a cabo una dieta diurética muy estricta. Es más, no es recomendable por los nutricionistas, ni está avalada por ningún especialista, ya que no es equilibrada. Principalmente, consistía en llevar una dieta a base de alimentos ricos en potasio, como alcachofa, coliflor, apio, perejil, melón y piña.
Así era la dieta de Marilyn Monroe
La actriz evitaba por completo las carnes rojas y el azúcar en la dieta. Bebía mucha agua e infusiones de té verde durante el día para poder eliminar la retención de líquidos. Según recogen publicaciones de la actriz del pasado, nunca iba a restaurantes ya que en ellos no comía nada, sólo bebía zumo de naranja, y prefería evitarlos.
Conoce la dieta de Marilyn Monroe
En su dieta, para desayunar, la actriz bebía, mientras se vestía, dos huevos crudos batidos en un vaso con leche tibia. Según decía ella en una entrevista en la revista Pageant: “Empiezo por calentar una taza de leche. Cuando está tibia rompo dos huevos en la leche, lo bato y bebo mientras me visto. Lo complemento con una pastilla de multivitaminas. Dudo que algún doctor recomiende un desayuno más saludable para una chica en apuros”, contaba la actriz.
Para comer, no consumía nada. De ahí que no sea una dieta recomendable para nadie por parte de nutricionistas expertos. Sólo ingería algo de comida al mediodía en contadas ocasiones, si se comía algún postre, principalmente helados. Tenía la costumbre de parar en la heladería y se compraba un hot fudge sundae, un helado bañado de jarabe de chocolate y otros toppings.
Para cenar ella optaba por una porción de carne y zanahorias crudas. “Cada noche paso por el mercado y me compro un filete de ternera, cordero o un poco de hígado. Lo caliento en el horno eléctrico de mi habitación. Normalmente me como cuatro o cinco zanahorias crudas con la carne”, explicaba Marilyn Monroe a quien le preguntaba.