Nuestra piel se enfrenta cada día a la contaminación, el estrés, el cansancio, etc. Una serie de factores que con el paso de los años hacen que nos veamos diferentes en el espejo, por ejemplo, una mala alimentación, los bajos niveles de colágeno en el cuerpo, la falta de descanso, pueden acelerar considerablemente este proceso de envejecimiento.
¿Qué causa el envejecimiento prematuro?
El estrés incide en el envejecimiento
Cuando las emociones negativas son frecuentes, la salud se resiente. Aunque no existen evidencias científicas suficientes que lo avalen, se cree que cuando una persona se estresa de forma permanente esto podría afectar a la salud de la piel y de otras partes del cuerpo.
No dormir bien también envejece
De acuerdo con un estudio realizado por un equipo del University Hospital Case Medical Center (Estados Unidos), existen indicios que prueban la relación entre una mala calidad del sueño y el envejecimiento prematuro. Por ello, es recomendable descansar adecuadamente. Lo ideal es dormir entre 7 y 9 horas diarias, según aconseja la National Sleep Foundation y no utilizar dispositivos electrónicos antes de ir a la cama. Pero si bien estos son factores determinantes en el envejecimiento prematuro, la alimentación puede resultar aún más clave.
No alimentarse de forma balanceada puede ser muy perjudicial
Un estudio realizado por la Clínica Mediestetic en Toledo (España), indica que los hábitos alimenticios pueden incidir en el desarrollo de diversas patologías cutáneas. Todos estos factores contribuyen a un proceso conocido como estrés oxidativo, que produce la liberación de moléculas denominadas radicales libres, capaces de causar daño a diversos componentes de la célula, incluyendo sus lípidos y proteínas, como el colágeno y la elastina.
¿Cómo retrasar el envejecimiento prematuro?
Una forma de retrasar el envejecimiento prematuro es consumir alimentos ricos en antioxidantes. Esto sobre todo lo encontramos en los alimentos que contienen Vitaminas A, C y E, minerales como el zinc, el magnesio y el selenio.
Lista de alimentos que nos ayudan a prevenir el envejecimiento
- Frutas: Los cítricos y las frutas muy pigmentadas como el mango, la naranja, el melocotón, la papaya, el melón y la guayaba, son ricos en vitamina C, que es un antioxidante clave para la síntesis del colágeno.
- Frutos rojos: Las fresas, moras y frambuesas son alimentos ricos en flavonoides, sustancia que tienen un gran contribución en la prevención del envejecimiento prematuro.
- Cereales y aceites: Algunos granos de cereales y sus aceites, como avena, germen de trigo y soya, son ricos en vitamina E, que protege las células de la peroxidación lipídica.
- Vegetales: Las verduras con pigmentación amarilla, anaranjada o roja, como el tomate, la calabaza, el pimiento y el brócoli, son ricos en carotenoides, que tiene propiedades antioxidantes.
- Bebidas: El vino, el té negro, el té verde y la soya también poseen flavonoides. Sin embargo, algunos deben ser ingeridos con moderación.
- Frutos secos: El selenio presente en alimentos como el maní, las nueces y almendras, es un poderoso antioxidante que protege a las membranas celulares, los ácidos nucleicos y las proteínas contra la degradación de los radicales libres.
Consejos para evitar el envejecimiento
- Aléjate por completo el tabaco, ya que daña directamente la piel
- Protégete de las radiaciones solares mediante cremas con factor de protección 50+ en verano y 30+ en invierno, que cubran un amplio espectro de radiación: UVA, UVB, IR (infrarrojo) y HEVL (luz visible). Es recomendable elegir un producto con certificación natural o ecológica. Recuerda renovarla cada dos horas y después de salir del agua.
- Viste prendas que cubran tu piel, gorro y gafas de sol. Y, siempre que puedas, escoge la sombra. Cuídate de la luz azul, limitando el tiempo que se pasa frente a las pantallas.
- Utiliza apps que proveen filtros de luz azul y recuerda que existen cremas fotoprotectoras que filtran la luz visible, incluida la luz azul (llevan las siglas HEVL en su envase).
- Evita la sequedad ambiental causada por el exceso de calefacción o aire acondicionado. Si la humedad baja del 50%, asegúrate de tener un humidificador.
- Controla el estrés con herramientas como el mindfulness, taichí, chikung, yoga, baile, etc.
- Duerme sin interrupciones y profundamente. Recuerda que todas tus células, incluyendo las de la piel, se renuevan por la noche.
- Elige cosmética natural y suave, y evita el uso de jabones, alcoholes, abrasivos o exfoliantes que dañan la barrera cutánea.
- Realízate chequeos con tu médico de cabecera para prevenir patologías o tratarlas a tiempo, y con tu dermatólogo para detectar cualquier lesión maligna que pudiera aparecer.
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