La carne de pollo es una de las más elegidas en casi cualquier gastronomía del mundo. La versatilidad de este alimento lo hace uno de los preferidos a la hora de hacer muchas recetas con guarniciones, salsas, cremas, guisos o estofados. Y si bien su consistencia es bastante magra y la recomiendan los nutricionistas en algunos planes de alimentación, su piel está en otra categoría.
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Comer pollo es una de las fuentes por las cuales podemos abastecernos de proteínas para fortalecer los músculos. Según información recogida por el portal Merca2, cada ciudadano español ingiere aproximadamente 13 kilos de este alimento al año. Si bien nuestro país no es el que más consumo de este producto tiene, suele utilizarse para muchos platos del recetario nacional.
¿Se puede comer la piel del pollo?
Son muchas recetas y cocciones las que incluyen esta cubierta del animal. Pero la razón por la cual deberías evitar comer la piel es por su contenido de grasa. Según otra información que recoge dicho medio, la nutricionista argentina del Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) de ese país sudamericano, María Dolores Fernández Pazos, mencionó para BBC Mundo que esta cubierta de la carne “tiene un 32% de grasas” cada 100 gramos.
¿Es saludable comer la piel del pollo?
Pero a pesar de que dos tercios de la grasa de la piel del pollo son insaturadas (saludables), la tercera parte corresponde a grasas saturadas, es decir, las perjudiciales para los niveles de colesterol, por eso resultan innecesarias en la ingesta de este alimento, según un estudio de la Universidad de Harvard, como ha mencionado Mercad2.
Por otro lado, el medio también recoge la opinión de otra experta, Concepción Martínez, cuya profesión es dietista-nutricionista especializada en obesidad y sobrepeso. Para la profesional de la salud, comer la piel del pollo no tiene aún “beneficios potentes o claros” sobre el cuerpo humano. Pero dada su composición de grasas saturadas, sostiene que se puede prescindir de comerla.