Los mejillones son un alimento muy consumido en la costa mediterránea, no solo nos proveen una gran cantidad de beneficios al organismo, sino que además son exquisitos y se pueden incorporar en una gran variedad de recetas. Pero a veces, el problema surge a la hora de conseguirlos frescos. La alternativa a la que puedes recurrir es optar por los mejillones en lata.
Te vamos a dar algunos consejos para que aprendas a elegir los mejores productos. Lo primero a tener en cuenta es en qué receta los vas a utilizar ya que vienen de tamaños pequeños o más grandes y basta con leer el etiquetado de los mejillones que contiene, que su tamaño varíe no quiere decir que sean de mejor o menor calidad, solo debes tener en cuenta en qué preparación los uses.
En cuanto a las medidas, la legislación española regula el tema del tamaño por ley, el fabricante no puede poner en el envase si los mejillones son más o menos grandes según su propio criterio, sino que tiene que ajustar la denominación a los pesos por pieza que se establecen legalmente. Pongamos como ejemplo una lata con un peso escurrido de 70 gramos, quiere decir que contiene entre 6 y 8 piezas y serán grandes.
Y si a lugar de procedencia nos referimos, este también es un punto a tener en cuenta, es más preciso fijarse, por ejemplo, en la procedencia de los mejillones, que sean de las rías gallegas o de otras zonas de recolección de las costas españolas, ofrecerá mayores garantías que los que vienen desde Chile y otros países del entorno. Y estos últimos, en consecuencia, son mucho más baratos.
Otro dato a tener en cuenta es con qué condimentos se ha elaborado la lata de mejillones, no es lo mismo si se trata de un escabeche preparado con aceite de oliva que de girasol. Y por último leer qué cantidad de sal para tener especial cuidado las personas con dolencias relacionadas con el consumo de ese condimento, como la obesidad o enfermedades coronarias.