El limón es un cítrico que utilizamos a menudo en nuestra cocina y tiene una gran variedad de utilidades. Es una fruta que tanto su pulpa como su cáscara se puede utilizar para diferentes usos desde hacer una sencilla limonada o reutilizar en diferentes preparaciones. Toma nota de estos que te dejamos para que le saques todo el provecho a esta fruta.
Hay múltiples usos para la cáscara del limón, aunque los más comunes es utilizar la ralladura en los postres, ensaladas, zumos, salsas, arroces o platos con pescados, entre otros. Asimismo, se puede utilizar en tus cócteles y darle un toque fresco a una bebida con whisky, vino o vodka.
Cuando exprimes tus limones, puedes optar por lavarlos bien y rallar la cáscara, la puedes guardar en una bolsa hermética en el congelador en varias bolsitas por separado. Es una forma muy útil de mantenerlas y que las tengas listas para utilizar en tus platos o bebidas.
Los beneficios de cáscara de limón son muchos te contamos unos cuantos para que tengas en cuenta. Reducen la hinchazón abdominal. Esto lo vas a lograr preparando infusiones con la cáscara. Ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo, y reduce algunos malestares abdominales que también se reflejan en la piel, ya que actúa como un efecto rejuvenecedor. Tiene un alto contenido de calcio, esto ayuda a favorecer el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de los huesos, desde la infancia hasta la vejez; a su vez, ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con la salud de los huesos como la artritis y/o la osteoporosis.
Otro uso es para prevenir enfermedades cardiovasculares ya que ayuda a disminuir la tensión arterial alta. También es una gran fuente de vitamina C que va a potenciar el sistema inmunológico. Protege asimismo de gripes, resfriados y problemas respiratorios. Y por último, es un complemento perfecto en la dieta. Está comprobado que disminuye el exceso de líquidos y grasa en el organismo, a través de sus propiedades diuréticas, antiinflamatorias y astringentes. Ahora sí, ya tienes toda la información para saber por qué no debes tirar nunca más una cáscara de limón.