El consumo de frutos rojos como los arándanos ha crecido notablemente en los últimos años. La información que hoy disponemos sobre alimentación hace que los usuarios opten por dietas más saludables y una mayor ingesta de frutas y verduras. No obstante, es conveniente conocer cómo conservarlos y no lavar estos alimentos nada más llegar a casa es clave.
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Los arándanos ofrecen notables beneficios para nuestra salud. Destaca su poder antioxidante, que previene el envejecimiento celular, pero también su función antiinflamatoria. Este tipo de frutas previene enfermedades como la diabetes o las afecciones cardiovasculares también. Tienen un bajo contenido calórico y están indicados además para dolencias como la infección de orina. Pero no solo esto, también mejora la salud visual, especialmente la nocturna. Te contamos por qué los expertos recomiendan no lavar los arándanos hasta el mismo momento de su consumo.
Frutas como los arándanos, pero también otras como las ciruelas o las uvas por ejemplo, producen una capa blanquecina que sirve como barrera natural de protección de elementos externos como sol. Si limpiamos estas frutas nada más comprarlos dañamos esta capa y aceleramos su deterioro. Este es el motivo por el que los especialistas en alimentación aconsejan no lavar los arándanos.
De esta forma, en cuanto llegamos a casa se aconseja quitarlos del recipiente en el que los hemos comprado, no lavar los arándanos y colocarlos en un táper hermético sin superponerlos y llevarlo a la nevera. Este método nos permitirá disfrutar de estas frutas durante mucho más tiempo.
Sin duda consumir los arándanos enteros será la forma de absorber todos los nutrientes de estas frutas. No obstante, existen decenas de recetas en las que podemos incorporarlos, desde batidos hasta postres como tartas de queso por ejemplo. En cualquier caso, recuerda no lavar estos frutos rojos hasta que vayas a utilizarlos.