La osteoporosis es problema de salud pública que afecta en mayor dimensión a mujeres de más de 50 años. El consumo de alimentos naturales como frutas y verduras son cada vez más populares, y las ciruelas se han estudiado en profundidad como un posible tratamiento para algunas franjas de población.
Una nueva investigación científica examina la relación entre el consumo de ciruelas y la salud de los huesos, el estrés oxidativo, la inflamación y la salud de la microbiota intestinal. En lo que supone un análisis y síntesis se ha determinado que se puede establecer un vínculo entre esta fruta española y el mantenimiento de una estructura ósea saludable.
La jefa del estudio, la Dra. Connie J. Rogers, profesora asociada de Ciencias de la Nutrición y Fisiología explicó que cada vez existen evidencias más sólidas sobre la osteoporosis y los efectos protectores de la ciruela “estarían conectados con su actividad antiinflamatoria y antioxidante, y es posible que los cambios beneficiosos que se producen en la microbiota intestinal después de comerlas también esté relacionado con mejores resultados en el mantenimiento de la salud ósea", explica la especialista.
Los ensayos clínicos con mujeres posmenopáusicas han demostrado un efecto prometedor de las ciruelas para la salud ósea, indicando que el consumo de entre 50 y 100 gramos diarios de esta fruta bastaría para evitar la pérdida de hueso. El poder antioxidante y la reducción de los marcadores de la inflamación en las mujeres posmenopáusicas que sufren deterioro óseo hacen ver prometedora esta fruta para la osteoporosis.
La especialista Connie J. Rogers invita a seguir indagando para reforzar estas informaciones, con estudios aleatorizados y así poder determinar de forma más precisa y acertada las vías por las que estas frutas influyen sobre la salud de organismo y mejoran las condiciones en las que se encuentran los huesos y por supuesto la osteoporosis.