La sopa de ajo castellana es un plato tradicional de Castilla y León, y es conocida por su sencillez y sabor reconfortante. Sus orígenes se remontan a la gastronomía humilde de los pastores y campesinos de España, que utilizaban ingredientes básicos como pan duro, ajo, pimentón, agua y aceite de oliva. Esta sopa la puedes acompañar con huevo y jamón, y es un claro ejemplo de la cocina de aprovechamiento de la época de antes de nuestros abuelos.
En la actualidad, la sopa de ajo no es tan popular entre los jóvenes, posiblemente debido a la preferencia por comidas rápidas y modernas. Además, las nuevas generaciones pueden no estamos tan familiarizadas con las recetas tradicionales, ya que la globalización y la influencia de otras culturas culinarias han cambiado los hábitos alimentarios. Estoy seguro de que si le preguntas a alguno de tus abuelos, sabría hacerte una sopa de ajo en un abrir y cerrar de ojos.
Pero si estás leyendo esto, yo te doy la receta perfecta para que la hagas en sencillos pasos.
Cómo hacer una sopa de ajo castellana en sencillos pasos
Ingredientes para 2 personas
- 4 dientes de ajo.
- 6 rebanadas de pan de hogaza.
- 1 cucharada de pimentón dulce.
- 1/2 chorizo fresco.
- 50 g de jamón ibérico picado.
- 1/2 cucharadita de pimentón picante.
- 500 ml de caldo de carne.
- 2 huevos.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal al gusto.
Preparación
Pela y pica los 4 dientes de ajo. En una cazuela grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade los ajos picados y sofríelos hasta que estén dorados y fragantes, pero ten cuidado de no quemarlos para evitar un sabor amargo.
Mientras los ajos se doran, corta 6 rebanadas de pan de hogaza en cubos pequeños. Agrega los cubos de pan a la cazuela y remueve bien para que absorban el aceite y se tuesten ligeramente. Este paso es crucial para obtener una textura crujiente y sabrosa en la sopa.
A continuación, corta 1/2 chorizo fresco en rodajas finas y agrégalo a la cazuela. Cocina el chorizo junto con el pan y el ajo hasta que el chorizo libere su grasa y se dore. Esto añadirá un sabor ahumado y rico a la sopa.
Añade 50 g de jamón ibérico picado a la mezcla y remueve. Luego, incorpora 1 cucharada de pimentón dulce y 1/2 cucharadita de pimentón picante, mezclando bien para que las especias se distribuyan uniformemente y se tuesten ligeramente.
Vierte 500 ml de caldo de carne en la cazuela y lleva la mezcla a ebullición. Reduce el fuego y deja que la sopa hierva a fuego lento durante unos 10 minutos, permitiendo que los sabores se mezclen y el pan se ablande, creando una textura espesa y reconfortante.
Por último, casca 2 huevos en la sopa caliente. Deja que los huevos se cocinen en el caldo durante unos minutos, hasta que las claras estén cocidas pero las yemas aún estén ligeramente líquidas. Ajusta el sabor con sal al gusto y sirve la sopa caliente, disfrutando de una auténtica sopa de ajo castellana.
¿Sirve la sopa de ajo castellana como plato único?
Lo cierto es que un plato de sopa tan contundente como para comértelo solo, pero si quieres, puedes tomarla con algún entrante a modo de aperitivo. Yo optaría por una ensalada fresca para hacer contraste de sabores y sensaciones.