Las sales aromáticas son un recurso perfecto para darle un toque de sabor y un olor espectacular a cualquier receta, desde una tradicional ensalada de espinacas y alcachofas hasta una deliciosa pizza de garbanzo. Aunque Gastronomía y Cia nos dice que siempre es mejor darle pistas a los comensales los sabores que encontrarán en la comida, para esto basta con agregar unas hojas de albahaca a la receta y listo. Esta es una gran manera de aprovechar las hojas de albahaca y preparar condimentos libres de conservadores, otro punto a favor es que la sal no se echará a perder. Podéis intentar recrear esta sal con hojas de cilantro, apio o perejil.
¿Cómo preparar sal de albahaca?
Ingredientes
- 10 hojas de albahaca fresca
- 150 gr de sal gruesa
Receta paso a paso de la sal de albahaca
- Lava y seca perfectamente las hojas de albahaca.
- Agrega la sal gruesa a una trituradora de alimentos.
- Incorpora las hojas de albahaca y tritura hasta que quede un fino polvo.
- Pasa la mezcla a una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
- Hornea a 150ºC durante 5 minutos.
- Retira la bandeja y remueve un poco la sal.
- Hornea por 5 minutos más.
- Saca la sal y déjala enfriar.
Tip extra: Para realzar el sabor puedes agregar 1 cucharadita de ajo en polvo.
Ahora solo queda guardar la sal de albahaca en un tarro con tapa (no importa si es de plástico o vidrio) para mantenerla fresca por mucho tiempo. Esta sal es el complemento ideal de la crema de puerros Vichyssoise o de una colorida pasta al pesto con brócoli. Encontrar el plato ideal para aderezar con este condimento dependerá de vuestros gustos ya que va perfecta con la carne, el pescado, las ensaladas y hasta las sopas. Si habéis notado que la sal ha quedado un poco opaca, podéis añadir algún colorante alimentario para darle la tonalidad deseada.