Los mejillones al vapor son uno de los platos más nutritivos de nuestra gastronomía. Este alimento es rico en proteínas y además tiene un aporte bajo de calorías: 85 en 100 gramos. Entre sus propiedades beneficiosas para el cuerpo se puede destacar el contenido de vitaminas A, B, C, D, E y K.
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Este tipo de alimento además representa un aporte significativo de ácidos grasos Omega 3, contienen aminoácidos y minerales como potasio, manganeso, calcio, yodo, zinc, hierro, magnesio y fósforo. Cada 100 gramos de mejillones hay un aporte de 12% de proteínas. La ventaja de este tipo de plato de moluscos es que no hay riesgo de contaminación con anisakis (coquinas, ostras y almejas, entre otros, están fuera del alcance de este parásito).
Para el caso de cocinar los mejillones al vapor primero hay que chequear que las valvas estén bien cerradas, ya que deberán abrirse durante el proceso de cocción. Al adquirir estos moluscos es fundamental que no se reciban los que están ya abiertos. Luego hay que limpiarlos muy bien.
El paso siguiente del procedimiento de cocción de mejillones al vapor es colocar un poco de agua en una olla con trozos de limón y hojas de laurel. Al hervir el agua, se deben agregar los moluscos, ya sea sobre el mismo recipiente o sobre un colador. Para que este alimento quede perfecto hay que cocinarlo hasta cuando se pueda corroborar que todos estén abiertos.
Cuando todos los mejillones se hayan abierto, será momento de retirarlos del agua hirviendo, para dejarlos reposar. Es importante destacar que aquellos moluscos que no se hayan abierto, tienen que ser totalmente descartados, porque es posible que se hayan muerto antes de llegar a la cocción.