Una receta a base de premezcla para hacer panes o galletas sin gluten, este ingrediente por lo general se encuentra en tiendas especializadas o dietéticas. También se puede hacer en casa, mezclar las proporciones de fécula, harina de maíz y polvo de hornear. Es muy rica y por lo general se encuentra certificada y puede ser consumida por nuestros amigos celíacos.
Estos panes le aportarán un sabor original a nuestros platos, para sándwiches, tablas o para un gran tapeo. No hay dudas de que el pan de remolacha es uno de los más llamativos entre los de su clase. Además de tener una humedad única que le aportará un gran potencial, tiene un característico color fucsia que lo hace muy vistoso y súper original.
Esta es una receta apta para celíacos, debemos hacer uso de este ingrediente primordialmente. Los panes de remolacha, además, son una buena forma de incluir vegetales a nuestra alimentación. Esta verdura es una fuente de fibra, tanto soluble como insoluble. Es beneficiosa para el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. A continuación, te enseñaremos el paso a paso de cómo hacer estos esponjoso y deliciosos panes de hamburguesa de remolacha.
Ingredientes:
- 500 gr de harina para panificación sin gluten. o premezcla
- 300 gr de remolacha cocida (hervida)
- 10 gr de levadura fresca
- 300 ml de agua tibia
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Harina de arroz c/n
- Sal
Paso a paso:
Pelamos y hervimos la remolacha hasta que esté tierna. Licuamos la remolacha en la licuadora o en un procesador de alimentos hasta obtener una pasta. Mezclamos el agua tibia junto con la levadura y, opcional, agregamos una cucharadita de azúcar. Ésta permitirá que la masa leude más rápido. En un cazo colocamos la harina libre de gluten y agregamos la sal. Mezclamos bien y hacemos una corona en medio. Agregamos la remolacha licuada y el aceite de oliva. Vamos integrando mientras poco a poco vamos incorporando la mezcla de agua y levadura. Continuamos mezclando con una cuchara de madera o espátula, veremos que se forma una masa pegajosa pero no debemos agregar más harina. Cuando no queden restos de ingredientes sin integrar, tapamos con film y dejamos reposar por 2-3 horas en un lugar templado de la casa, hasta que la masa haya duplicado su volumen. Pasado este tiempo, retiramos la masa del cazo y la volcamos sobre la mesada, espolvoreándola con harina de arroz. La masa seguirá estando pegajosa por lo que podemos ayudarnos untándonos un poco de aceite en nuestras manos. Cortaremos bollitos iguales de aproximadamente 80-90 gr y los colocamos en una placa para horno con aceite. También podemos realizarlos en los moldes para cupcakes, aunque tendrán un tamaño menor. Los dejamos reposar unos minutos hasta que hayan aumentado nuevamente su volumen y los pintamos por encima con aceite de oliva. Los llevamos a cocinar a un horno medio precalentado a 200° por aproximadamente 15-20 minutos.