Ya has probado acompañar tus carnes con barbacoa o salsa picante, pero ¿alguna vez se te ocurrió hacerlo con una salsa agridulce? Esta salsa de mango no sólo tiene una textura cremosa y muy suave, sino que su sabor se acomodará perfectamente a tus planillos. El mango es una fruta nutritiva y deliciosa que se acomodará a todos los niveles nutricionales que necesitas. Porque además de aportarle frescura y un sabor tropical a tus carnes o ensaladas, también le sumará un sinfín de vitaminas a tu organismo.
El mango contiene más de 20 minerales y vitaminas diferentes necesarias para el organismo, entre las que se destacan la vitamina C, A y B6, las cuales ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo. Además, es fuente de fibra, folato cobre y carbohidratos, lo que permite obtener prácticamente la mitad de los componentes que organismo necesita en una pequeña ración.
En esta oportunidad, te enseñaremos a preparar una salsa de mango ideal para acompañar tus platillos como carnes rojas, carnes blancas o también como condimento para tus ensaladas, que le aportará sabor y una cremosidad única a tus recetas.
Ingredientes:
- 1 mango
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 chile chipotle (opcional)
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- 50ml de agua
- Sal, pimienta y nuez moscada
Paso a paso:
En una olla colocamos un poco de aceite y, mientras aún está frío, el ajo cortado en trozos pequeños. Cuando el aceite esté caliente, agregamos la cebolla picada. Salteamos por unos minutos y agregamos una pizca de sal, cocinamos por unos minutos más hasta que la cebolla tome un color más transparente. Agregamos el mango cortado en cubos y el chile, si es que deseamos un sabor
más picante en la salsa, sino podemos omitirlo. Salteamos unos minutos más, hasta que todos los ingredientes tomen una
consistencia más blanda. Condimentamos con pimienta y nuez moscada y rectificamos la sal. Agregamos el agua y cocinamos por 5 minutos, hasta que el agua se haya evaporado un poco. Apagamos el fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente hasta que la mezcla esté tibia o fría y trituramos con un procesador o licuadora. Para obtener una salsa más ligera, podemos pasarla por un colador para quitar todos los posibles grumos que puedan haberse formado.