Las comidas étnicas siempre marcan tendencia y ese es el caso de este delicioso pan que te presentamos en la receta de hoy. Conoce todos los secretos para prepararlo y descubre lo que hizo que este platillo sea tan popular. Una preparación original para hacer tu pan oriental.
El pan cumple un papel muy importante en el día a día de las culturas occidentales. Es el elemento principal de los desayunos, lo utilizamos para acompañar salsas y lo elegimos cuidadosamente cuando queremos disfrutar de platillos como picadas, sándwiches o
bruschettas. Pero, los panes que conocemos habitualmente en el mundo occidental no son los únicos que están de moda. Últimamente, debido a la fusión de culturas que permite la gastronomía, estamos incorporando platos y recetas que tienen su origen muy lejos de nuestro país.
Tal es el caso del mencionado shokupan, un pan que es originario de la isla de Hokkaido en Japón, lugar donde se le da un papel importante en la cultura gastronómica. Este delicioso pan de leche, conlleva una técnica especial para lograr su suavidad característica. Existen dos maneras de lograr el mismo resultado, a través de la técnica Yudane (originaria de Japón y la técnica Tangzhon (originaria de China). Ambas trabajan sobre el mismo principio, cocinar una porción de harina y agregarla a la masa para lograr suavidad en el pan. La diferencia entre ambas se basa en el radio de harina y agua usados, pero el resultado es básicamente el mismo.
Ingredientes:
Para el Tangzhong:
100g de agua
20g de harina panadera
Para la masa:
300G de harina panadera
30g de azúcar
7g de sal
10g de levadura en polvo
130g de leche tibia (sustituible por leche vegetal)
50g de huevo (equivalente a 1 huevo)
Tangzhong
50g de mantequilla a temperatura ambiente
Para barnizar :1 yema de huevo, ½ taza de leche
Paso a paso:
Para el tangzhong coloca el agua y la harina en una olla y cocina a fuego medio revolviendo constantemente hasta obtener una mezcla espesa y gelatinosa. Lleva la mezcla a un bol pequeño y deja enfriar. Este paso se puede hacer con varias horas de
anticipación o al momento de hacer la masa. En un bol mediano mezcla la leche tibia y la levadura. Deja reposar 10 minutos y agrega el huevo.
En otro bol grande mezcla la harina, sal y azúcar. Añade la mezcla líquida de leche a la de harina y luego añade el tangzhong y revuelve hasta obtener una masa pegajosa. Amasa con las manos sobre una superficie limpia y enharinada. Añade la mantequilla a
temperatura ambiente y amasa por 15-20 minutos. La masa se sentirá pegajosa al principio, pero poco a poco se volverá más suave y elástica. Evita añadir más harina.
Forma una bola con la masa y llévala a un bol. Tápela con un paño y déjala reposar en un lugar cálido por 45 minutos a 1 hora, o hasta que doble su tamaño. Una vez que la masa haya crecido, llévala a una superficie limpia y ligeramente enharinada. En este punto divide la masa en tres para hacer panes chiquitos o dejarla completa. Forma una bolita con cada pedazo de masa y déjalas reposar por 15 minutos cubiertas con papel plástico o con un paño. Con un rodillo estira una de las bolitas en forma rectangular. Luego dobla uno de los extremos hacia adentro hasta la mitad, seguido por el otro extremo de manera que se
solapen uno con otro y obtengas otro rectángulo. Gíralo de manera de que quede vertical hacia ti y enróllalo como un cilindro, ajustándolo bien hacia adentro en cada giro. Una vez formado el cilindro pellizca la masa por debajo hasta cerrarla por completo. Llévalo a un molde de pan rectangular ligeramente engrasado y enharinado y repite el proceso con los otros dos pedazos de masa, colocándolos uno al lado del otro.
Cubre el molde con un paño o papel plástico y deja reposar por 30 minutos. Si vas a hacer pancitos pequeños, puedes dejarlos en forma de bolita y colocarlos en un molde circular o cuadrado también, de manera que todos se toquen entre ellos, no dejando mucho espacio.
Mientras tanto precalienta a 180ºC. Una vez que los panes hayan crecido durante 30 minutos, mezcla la yema de huevo y la leche en un bowl pequeño. Con una brocha pastelera pinta todo el tope de los panes. Hornea durante 25 minutos, hasta que estén dorados. Retira del horno y deja reposar 10 minutos. Desmolda y deja enfriar.