Hay veces en que por más que tengamos ganas de comer algo dulce, no estamos dispuestos a dejarnos las ganas en recetas de mil y un pasos que nos impliquen encender el horno, comprar ingredientes difíciles de encontrar y esperar por horas antes de comer el postre. Para esos días en que queremos darnos un gustito dulzón sin trabajar mucho, os presentamos la receta del mousse proteico de café, una crema suavecita y absolutamente llena de sabor que nos permitirá saciar nuestra ansiedad por comer dulce, sin el temor a subir de peso, ya que este postre saludable solo nos aporta 80 calorías.
Receta del mousse proteico de café
Versión de Avocato.life
Ingredientes
Para el mousse:
- 1/4 de taza de yogur griego (60 gr)
- 1 cda de café sin azúcar (15 ml)
- 1/2 cdita de gelatina sin sabor (1 gr)
- 1 cda de proteína en polvo (7 gr)
- Endulzante al gusto
Para el topping:
- 1 cdita de cacao amargo en polvo (2 gr)
- 1/2 cdita de proteína en polvo (4 gr)
- Café soluble al gusto
- 1 cda de agua (15 ml)
¿Cómo preparar el mousse proteico de café?
- El primer paso de este mousse de café es hidratar la gelatina en polvo, para esto, calienta los 15 ml de café sin azúcar y disuelve la gelatina. Reserva.
- A continuación, agrega el yogur griego en un bol y mezcla con la proteína en polvo hasta integrar por completo.
- Una vez listo, añade el endulzante de tu preferencia y vuelve a mezclar.
- Finalmente, integra la gelatina hidratada y mezcla con las varillas eléctricas hasta obtener una consistencia perfectamente suave y esponjosa.
- Vacía el mousse de café en un recipiente de plástico con tapa y llévalo al congelador por 2 horas como mínimo.
- Mientras tanto, prepara el topping para el mousse, simplemente hay que diluir el café soluble en agua.
- Después integra la proteína en polvo y vuelve a mezclar.
- Por último, incorpora el cacao amargo y mezcla hasta disolver por completo.
- Pasado el tiempo, retira el recipiente del congelador y báñalo con la solución de café, cacao y proteína. Sirve y disfruta.
Tips para un mousse proteico de café perfecto
No olvidéis que la característica principal del mousse es su textura fina, suave y altamente cremosa. Por lo tanto, lo más importante es que os toméis el tiempo necesario para que la crema alcance su textura óptima, esto podéis hacerlo con las varillas eléctricas; os resultaría más cómodo hacerlo en la licuadora, pero corremos el riesgo que esta esponjosidad se esfume después de un tiempo. En caso de que el sabor de este mousse proteico de café os parezca un poco fuerte, podéis cambiar el café sin azúcar por uno de esos sobrecitos con polvo sabor capuchino, esto le dará una pizca más dulzona al postre. Por último, para decorar, podéis servirlo con unos nibs de cacao o unas migas de galletas de chocolate y para hacerlo más atractivo, agregad unos hojitas de menta.