La ola de calor que se avecina, no es ningún juego y puede que esta os parezca la oportunidad perfecta de consumir todas las chuches heladas que queráis. Esto no es tan fácil, sí, hay que mantenernos frescos, pero esto no quiere decir que debamos consumir postres helados o bebidas refrescantes colmadas de azúcar, recordad que un exceso de dulzor o sal, nos provocará más deshidratación. Es por eso que ahora queremos daros la receta del sorbete de mango casero, se trata de una alternativa muy tropical y saludable para disfrutar durante los días de más calor.
Receta del sorbete de mango casero
Ingredientes
- 4 tazas de mango manila
- 1 taza de agua
- 1 taza de azúcar
- 1/ de taza de zumo de limón
- Hojas de menta o albahaca al gusto
¿Cómo preparar el sorbete de mango casero?
- Para comenzar con este sorbete casero, el primer paso es lavar el mango, pelarlo y cortar su pulpa en cubitos medianos, el tamaño no importa mucho porque lo llevaremos a triturar en la licuadora o el procesador de alimentos.
- Ahora, mezcla el agua con las tazas de azúcar y zumo de limón en una olla. Calienta a fuego medio hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Alcanzado este punto, retira del fuego y deja enfriar,
- En la misma olla, incorpora el mango triturado. Mezcla hasta que ambas preparaciones se hayan integrado por completo. Puedes añadirlo a la licuadora para ahorrarte un poquito de trabajo.
- Vierte el sorbete en una máquina de helados o en un recipiente común y llévalo al congelador por 5 horas como mínimo. En caso de que lo hayas guardado en el recipiente, dale una movidita cada 30 minutos para evitar que se formen cristales y que quede como cubito de hielo.
- Sirve y disfruta, puedes decorarlo con unas hojitas de menta.
Tips para un sorbete de mango casero perfecto
La primera observación de este sorbete de mango es que si no os molestan las diferentes texturas, podéis picar otro mango manila en cubitos y añadirlo en la mezcla antes de llevarla al congelador, de esta manera, el sorbete tendrá un sabor mucho más dulce. En caso de que estéis cuidando la línea, podéis cambiar el azúcar por el edulcorante que vuestro nutriólogo haya recetado. Como sugerencia de consumo, podéis bañarlo con un poco de chamoy o chile en polvo y unas gotas más de zumo de limón, esto le dará un toque acidito que os resultará irresistible. Este sorbete también quedaría fantástico para acompañar una ensalada de frutas o un postre más fresquito como una tarta de queso con maracuyá.