El capuchino es uno de los tipos de café más consumidos en el mundo, es imposible resistirse a su espuma de leche y su toque de canela, por otro lado, el flan es el postre más querido de nuestra nación y en muchos otros países también. Es por eso que hoy queremos enseñaros a preparar este flan de capuchino, veréis que es una receta súper sencilla, además no lleva huevo así que es perfecta para las personas alérgicas. Incluso podríais preparar una versión vegana cambiando la leche de origen animal por bebida vegetal de almendras o coco. Anna Recetas Fáciles, nos dice que estas cantidades son suficientes para 8 personas, así que podéis prepararlo para una reunión pequeña.
Receta del flan de capuchino
Ingredientes:
- 1 L de leche
- 3 sobres de café capuchino
- 5 cdas de azúcar
Para el caramelo:
- 5 cdas de azúcar
- 1 cda de agua
- 1/2 cda de zumo de limón
¿Cómo preparar el flan de capuchino?
- En una olla de teflón, coloca todos los ingredientes del caramelo. Llévalos a fuego suave. Déjalos cocinar hasta que el azúcar se haya fundido y tomado un color dorado claro.
- Retira del fuego y cubre el molde con el caramelo. Deja enfriar.
- Calienta la leche, sin que llegue a hervir.
- Bate los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos.
- Mezcla los sobres de capuchino con la leche caliente.
- Vierte la leche sobre los huevos, removiendo suavemente con varillas. Una vez bien integrada la mezcla, vacía la mezcla en el molde.
- Coloca el molde en una fuente para horno más amplia, con la mitad de agua para cocinarlo al baño María.
- Hornea a temperatura moderada durante 40 minutos.
- Deja entibiar a temperatura ambiente y luego llévalo a la nevera hasta el momento de servir.
- Para desmoldar el flan capuchino, apoya el molde en una fuente con agua caliente. Después, colocar un plato amplio y dale la vuelta como si fuera una tortilla.
¿Cómo acompañar el flan de capuchino?
Este flan de capuchino es perfecto para servirse después de comer, como meriendo o para acompañar el café de la tarde. Para hacerlo más apetitoso todavía, podéis acompañarlo de un poco de nata y algunas virutas de chocolate recién rallado. Veréis que nadie podrá resistirse a esta trinidad perfecta de sabores. Ahora que si queréis convertirlo en una tarta, podéis servirlo sobre una base de galleta. En cuanto a la presentación, podéis elegir un molde grande o distribuir la mezcla en vasitos individuales y darles un toque de color con una hoja de menta.