Cuando estamos aburridos de los clásicos bizcochos o tartas, encontramos en el cheesecake un refugio cremoso y lleno de sabor. Es imposible resistirnos a ese balance perfecto entre el queso crema y su complemento, los más clásicos son de frutos rojos o limón, pero hay algunos sabores más exóticos como el de matcha o lavanda. Hay una opción perfecta para cada uno de nosotros, porque la mayor característica de este postre es su versatilidad. Es por eso que hoy queremos enseñaros a preparar un cheesecake de chocolate amargo y antes de que os pongáis a pensar en todas las calorías, os decimos que este postre no lleva azúcar ni harina, por lo que podréis comerlo aún estando a dieta.
Receta del cheesecake de chocolate amargo
Ingredientes
- 250 gr de chocolate amargo.
- 250 gr de queso crema.
- 6 huevos (separa las yemas de las claras)
¿Cómo preparar el cheesecake de chocolate amargo?
- Precalienta el horno a 180 ºC.
- Coloca el chocolate amargo en un recipiente resistente al calor y derrítelo a baño María. Remueve constantemente y evita que le entre agua o vapor.
- Cuando el chocolate esté listo, retira del fuego y agrega el queso crema. Mezcla hasta que ambos ingredientes se incorporen. Añade las yemas e integra perfectamente.
- En un recipiente aparte, bate las claras a punto de nieve. Para lograrlo, comienza batiendo a velocidad baja y aumenta cuando la espuma crezca.
- Incorpora las claras a la mezcla de chocolate con movimientos envolventes para conservar el aire.
- Vierte la mezcla en un molde para cheesecake o molde para horno engrasado y cubre con papel aluminio.
- Introduce el cheesecake en un recipiente o charola más amplio y hondo. Agrega agua caliente hasta cubrir dos dedos.
- Hornea durante 30 minutos o hasta que esté cuajado.
- Saca del horno, deja enfriar y refrigera por dos horas antes de desmoldar.
¡Y listo! Ahora solo queda decora el cheesecake de chocolate amargo con frutos rojos, crema batida, dulce de leche, pistachos o cualquier cosa que se os ocurra, sin embargo, no debéis olvidar que este postre está pensado para no consumir tantas calorías, por lo tanto, hay que esforzarnos un poquito y seguir en la línea fit, por ejemplo, podéis valeros de la leche condensada saludable para agregar un pelín más de sabor o preferiblemente usad trocitos de fruta, esto creará un balance inigualable y también aportará colorido a la tarta de queso. Si sentís la mezcla un tanto insípida, agregadle un chorrito de stevia y esencia de vainilla.