El pastel de ángel o Angel Food Cake, es un bizcocho extremadamente esponjoso y de color blanquecino. Se trata de una receta originaria de Norteamérica de finales del siglo XIX y su nombre se debe a su liviano aspecto y textura. Una variante de este pastel, se elabora en Reino Unido, que consiste en 3 capas rectangulares de bizcocho: una amarilla, otra una rosa y una blanca, cada una esta separada por una capa de crema.
Como contrapartida al pastel del ángel existe el pastel del diablo. En este caso, es una especie de pastel de mantequilla hecho con bizcocho y cobertura de chocolate. También se comenzó a elaborar en Estados Unidos.
Para preparar este bizcocho no se necesitan muchos ingredientes, además es bajo en grasas, lo que es perfecto para las personas que quieren cuidarse y darse un gustito sin muchas calorías. No olvidéis que el crémor tártaro cumple un papel importante en esta receta, no lo omitáis, ni lo sustituyas porque corres el riesgo de que el pastel se venga abajo.
@Bake_Artisan
¿Cómo preparar el pastel de ángel?
Ingredientes
- 1 taza de harina de repostería
- 135 gr de azúcar glas
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 taza de azúcar
- ½ cucharadita de crémor tártaro
- 8 claras de huevo a temperatura ambiente
Preparación
- Precalentamos el horno a 180ºC
- En un bol batimos las claras de huevo y la cucharadita de crémor tártaro con varillas eléctricas a velocidad alta.
- Cuando las claras blanqueen y tengan una textura cremosa, añadiremos el azúcar poco a poco, en forma de lluvia, y después, la cucharada de zumo de limón.
- Seguiremos batiendo a velocidad alta un par de minutos.
- En el bol de las claras, tamizaremos la harina y el azúcar glass, para integrarlo usaremos una espátula o lengua pastelera, e iremos mezclando despacio, con movimientos envolventes.
- Una vez lista la masa, la pasaremos a un molde de acero inoxidable sin engrasar.
- Damos unos golpecitos al molde y lo llevamos al horno, unos 30 o 40 minutos, pinchamos el bizcocho con un palillo para verificar si sale limpio.
- Una vez horneado el pastel, lo dejamos boca abajo sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo.
- Para desmoldarlo, pasamos un cuchillo por todos los bordes y al darle la vuelta, saldrá sólo.
Este pastel no queda muy dorado en su superficie, así que no os preocupéis, ese es el resultado correcto, lo interesante está en el interior, su textura asombrosamente esponjosa te sorprenderá. Para decorar el pastel podéis usar un poco de crema batida, frutos rojos o espolvorear con azúcar glas.
Extra tip: Si queréis darle una mejor presentación, probad hacerlo en moldes individuales.