El cheesecake o tarta de queso,es uno de los postres más populares y favoritos del mundo entero y es que su versatilidad de sabores y sencillez es lo que nos obliga a romper la dieta y comerlo durante una tarde terriblemente calurosa. Por cierto, ¿sabíais que los griegos se adueñaron de esta receta? Pues sí, esto se debe a que fue en esta nación donde la industria del queso floreció por vez primera.
¿Cuáles son las propiedades de la lavanda?
La lavanda es originaria de la región mediterránea y del sur de Europa, así como de partes de África, Oriente Medio y Asia. Miembro de la familia de la menta, la lavanda tiene casi 40 variedades diferentes. Se le considera un adaptógeno, es decir, una hierba o planta con capacidad para resistir el estrés. Por su aroma rico y calmante, el aceite esencial de lavanda se utiliza para ayudar a relajar los sentidos antes de acostarse, también nos ayuda a combatir la depresión y el insomnio.
En sus aplicaciones para la salud puede ayudarnos a mejorar algunos problemas digestivos, irritaciones provocadas por insectos, dolores reumáticos, regenera las células, aportando beneficios a la salud de la piel con tendencia al acné. Posee propiedades antiinflamatorias, es cicatrizante y antiséptico, por lo que es útil para evitar ampollas tras una quemadura o evitar infecciones en heridas. Es un gran analgésico natural, tiene propiedades astringentes por su aporte en tanino. Es antivírica y antibacteriana.
¿Cómo preparar un cheesecake de lavanda?
Ingredientes
Para la base
- 150 gr de galletas de vuestra elección
- 80 gr de mantequilla
- Para el relleno
- 900 gr de queso blanco para untar
- 270 gr de azúcar
- 4 huevos
- 1 cucharada de aroma de vainilla
- ½ cucharada de aroma de lavanda
- 1 cucharada de miel
- 160 gr de crema agria
- 160 gr de nata para montar
- Colorante alimentar violeta
Para la cobertura
- 30 gr de mantequilla
- 300 gr de azúcar glas
- 150 gr de queso blanco para untar
Preparación
Para la base
- Precalentamos el horno a 180°. Forramos con papel sulfurizado la base de un molde desmontable de unos 24 cm de diámetro.
- Trituramos las galletas, las mezclamos con la mantequilla fundida para lograr una pasta homogénea y la extendemos en la base del molde, presionando para que quede compacta. Horneamos entre 12 y 15 minutos. Reservamos.
Para el relleno
- Batimos el queso con el azúcar hasta conseguir una crema de textura suave.
- Añadimos la vainilla, la miel y la lavanda, y mezclamos.
- Incorporamos los huevos, de uno en uno, y, cuando estén integrados, agregamos la crema agria y volvemos a mezclar.
- Añadimos la nata y, por último, unas gotas de colorante violeta.
- Vertemos la masa en el molde sobre la base de galleta e introducimos el molde en una bandeja con agua para cocerlo al baño maría.
- Horneamos por 1 hora y 20 minutos.
- Dejamos que se enfríe en la nevera por 6 horas.
Para la cobertura
- Batimos el queso con la mantequilla reblandecida y el azúcar hasta lograr una crema suave.
- Cubrimos el pastel y reservamos en la nevera hasta el momento de servir.
Extra tip: Podéis decorar este cheesecake con algunas flores secas o frescas aunque antes debéis enjuagarlas perfectamente para quitar el rastro de algún insecto, tierra o pesticidas. Igualmente podríais recurrir al chocolate con leche o amargo para darle otro toque de color a este pastel de queso.
¿Qué otros usos tiene la lavanda?
Amada por su fragancia calmante, la lavanda se utiliza con frecuencia en baños, spas y sales. También se puede usar en la repostería y en la cocina como en aderezos para ensaladas, mieles, salsas, bebidas, tés y como especia. Con su rica fragancia característica y su aroma relajante, la lavanda se utiliza ampliamente en aromaterapia para promover el bienestar y la relajación.