¿Alguna vez has visto esas fotos de tartas que parecen tener cactus? Bueno, ahora te traemos una receta de una macetas comestibles que no tiene nada que envidiar. Este postre además de ser delicioso, es totalmente creativo. Y no te preocupes, es lo más sencillo del mundo, ya que es una receta sin horno.
Da igual la ocasión, las macetas comestibles son perfectas para cumpleaños, celebraciones o comidas especiales en las que se quiere guardar un as bajo la manga para sorprender a los invitados. Incluso serán el detalle perfecto para darle la bienvenida a la primavera.
¿Cómo hacer macetas comestibles?
Ingredientes:
Para la base:
- 1.350 gr de chocolate con leche
- 50 gr de galletas oreo
- 20 gr de mantequilla (a temperatura ambiente)
Para la crema de relleno:
- 200 gr de queso crema
- 200 gr de nata de montar
- 40 gr de azúcar
- 75 gr de crema de las galletas oreo
- 2 láminas de gelatina
Para la cobertura:
- 100 gr de galletas oreo
- Hojas de menta y flores, para decorar
Preparación
Para las macetas:
- Templamos el chocolate con leche a baño maría.
- Con la ayuda de un molde o vaso con forma de maceta, añadimos 18 gramos de chocolate templado.
- Giramos el molde hasta cubrir el recipiente por dentro y dejamos congelar para poder retirar el molde sin problemas.
Para la base:
- Comenzamos la elaboración de la tarta triturando las galletas sin la crema de relleno. Separamos las dos galletas negras y retiramos la crema de relleno. Reservamos.
- Introducimos todas las galletas en una bolsa de plástico con cierre zip y las trituramos pasando un rodillo por encima. Este paso se puede hacer con un molinillo o algún robot de cocina.
- Ponemos en un bol un tercio del polvo de galletas y añadimos la mantequilla.
- Mezclamos bien y reservamos unos 10 minutos en la nevera.
- Cuando notemos la mezcla ya endurecida, añadimos unas cucharadas para forrar la base de nuestras macetas. Hacemos presión para que la base quede bien compacta.
- Reservamos las macetas en el frigorífico.
Para el relleno:
- Hidratamos las hojas de gelatina siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Agregamos en un cazo la nata, la leche, el azúcar, el queso de untar y la crema de las galletas que reservamos.
- Ponemos el cazo a fuego medio-alto y vamos removiendo con unas varillas.
- Añadimos las láminas de gelatina previamente hidratadas y escurridas.
- Bajamos el fuego a temperatura media y seguimos moviendo durante unos minutos. Cuando la mezcla adquiera una textura cremosa la retiramos del fuego. Dejamos reposar.
- Cuando el queso se haya atemperado, la añadimos con cuidado en el interior de las macetas, sobre la base de galletas.
- Introducimos las macetas en el frigorífico para que el relleno cuaje y su textura espese. Las dejamos reposar unas 3 horas.
- Sacamos del frigorífico las macetas y las espolvoreamos con las galletas trituradas, añadiendo una buena capa que cubra bien el blanco de la crema. Esta capa simulará la tierra de nuestras macetas.
Para que el efecto sea más real, las galletas no deben estar totalmente trituradas, sino que deben de quedar algunos trozos gruesos que simulen terrones de tierra.
Antes de servir nuestras macetas, les damos el toque divertido y primaveral, plantando unas hierbas aromáticas o flores comestibles como: Fucsia, gladiola, hibisco, lavanda, jazmín, lila, diente de león o violeta. También quedan muy vistosas si las decoramos con hojitas de menta o frutos rojos, como fresas o frambuesas. Otra posibilidad de relleno es el helado (casero o comercial). En este caso, reservaríamos en el congelador y decoraríamos al momento de servir.