VINO

De la copa adecuada hasta el brindis: Conoce el protocolo correcto para beber y disfrutar del vino

El mundo de la viticultura no es tan complicado como vosotros creéis, estos consejos os ayudarán a disfrutar de una copa de vino como se debe.

El protocolo para beber vino consta de 6 pasos.Créditos: Freepik
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La cata de vinos puede pareceros algo tan exclusivo que apenas estáis viendo las etiquetas de los vinos, vuestra tripa se revuelve debido a los nombres tan extraños que ponen como Oberrotweil, Bourgogne o Pinot Noir. Es cierto, saber elegir el vino perfecto requiere conocimiento, sin embargo, no es algo que cualquier mortal no pueda hacer. Recordad que la degustación de vinos se divide en 3 fases.

La fase visual nos da muchos detalles de vino. Créditos: Freepik

Fases de la cata de vinos

Fase visual

Con la vista se puede apreciar el color y la intensidad del vino, esto nos dará pistas sobre su edad y sobre la variedad de la uva. Los vinos blancos más jóvenes tendrán tonalidades amarillo pálido con destellos verdes, y los envejecidos en barrica presentarán tonos dorados o incluso ámbar. Los tintos jóvenes irán de los tonos azulados y violáceos hasta los rubí, granates o rojo teja.

Fase olfativa

No es necesario encontrar matices de mermelada de cerezas confitadas o aromas de pera en almíbar, pero sí podemos buscar determinadas frutas, flores, especias o notas procedentes de la madera. Todo es cuestión de entrenamiento.

Fase gustativa

Un sorbito basta para disfrutar del vino con todos los sentidos. Si te sabe a fresa o frambuesa, perfecto, pero también puede recordarte a las chucherías. Si no apreciáis muchas cosas, ¡no os preocupéis! Podéis empezar intentando descubrir si os sabe dulce o ácido, si es intenso o suave. Ya veréis como cada vez irá resultando más sencillo.

No necesitáis saber un glosario de palabrejas del vino. En la cata toda apreciación es acertada. Probar un vino es una experiencia sensorial, es una cuestión de sensibilidad. Una vez que conocéis las fases de la cata de vinos, ha llegado el momento del ritual para disfrutar de esta clásica bebida. Con esta guía aprenderéis a descorchar un vino correctamente e incluso a lavar las copas de manera óptima.

Corcho y copas de vino. Créditos: Freepik

¿Qué sucede al descorchar el vino?

Después de abrir una botella siempre conviene echar un poquito en nuestra copa antes de servir al resto de invitados. Esta cortesía tiene dos objetivos: recuperar las partículas de corcho que han podido caer en la botella al abrirla y, sobre todo, probar el vino para verificar que no tiene defectos. La proporción perfecta del vino es un dedo por debajo de la curva de la copa. Esto permitirá que el vino respire y salgan los aromas. Recordad que hay maneras para evitar que el vino se oxide una vez que hayamos abierto la botella, por ejemplo, guardarlos a la temperatura correcta. 

Antes de que la copa de un invitado se vacíe, proponedle rellenarla, pero si lo rechaza, no insistáis. Para evitar la latosa gota que normalmente se derrama al servir, podéis usar salvamanteles, o alguno de los utensilios específicos que se usan para absorber, como el anillo que se coloca alrededor del gollete o el dropstop. Con un poco de entrenamiento conseguiréis perfeccionar la técnica, la cual consiste en efectuar una ligera rotación de la muñeca levantando la botella después de servir, para que la dichosa gota caiga dentro. Tened a mano una servilleta o lito para limpiar rápidamente el excedente.

Diferentes copas de vino. Créditos: Freepik

¿Cómo elegir la copa adecuada?

Uno de los elementos fundamentales a la hora de servir el vino es escoger la copa adecuada. Nunca se debe beber un tinto en copa de champagne ni un blanco en copa borgoña. La razón es simple: El tamaño y el material con el que están elaboradas las copas influye en la degustación del vino. La forma debe ser convexa, con el borde curvado hacia el interior para captar el aroma, y siempre con tallo. El tamaño debe ser lo suficientemente grande como para poder girar el vino sin que se derrame. El mejor material es transparente, liso y sin facetas.

La copa de pie presenta dos utilidades: por un lado, conserva el vino a la temperatura adecuada, pues permite colocar la mano lejos del líquido para no recalentarlo; y por otro, libera los aromas, pues permite que estos se desprendan libremente antes de concentrarse para deleitar nuestras fosas nasales. Si sólo podéis comprar un tipo, elegid una copa pequeña tipo Burdeos o tulipán, su forma alta es apropiada para todos los vinos, o una grande polivalente, perfecta para vinos blancos ligeros o potentes y tintos jóvenes o viejos, incluso para vinos espumosos. Ambas se adecuarán a todas las circunstancias y a todos los estilos. 

Sujeta la copa de vino únicamente por el tallo. Créditos: Freepik

¿Cómo sujetar la copa de vino?

La copa se sujeta siempre por el tallo, la parte más fina y alta, como si fuera el asa de una taza. Incluso por el pie, como los catadores. Pero nunca se coge por el cáliz, porque el vino se calienta y el cristal acaba lleno de grasa. La de coñac o de brandy es la única que se puede coger del cáliz, porque la finalidad de “abrazar” la copa es precisamente mantener la bebida tibia.

¿Cómo beber vino?

La copa siempre tiene que estar transparente y limpia, así que lo ideal es utilizar una servilleta antes y después de beber para evitar las manchas de vino. Otro de los aspectos es que nunca debemos sorber. Esto puede resultar muy obvio porque es de primero de protocolo, pero hay quien lo hace emulando la técnica de los catadores para comprobar la acidez. Para degustar el vino no hay que realizar sonido alguno.

A la hora de hacer un brindis: Hay que saber elegir el momento adecuado para levantar la copa. Por lo general, esto se suele hacer en los postres cuando se sirven los vinos espumosos, los generosos o los dulces. Se puede hacer algún discurso, decir unas palabras o sencillamente agradecer a nuestros invitados su compañía. No hay muchas reglas en esto. Esto sí, en las veladas formales nunca se chocan las copas ni se dice el manido “chinchín”.

Nunca pongas las copas hacia abajo. Créditos: Freepik

¿Cómo lavar las copas de vino?

Una copa bien limpia no tiene manchas ni olor. Por eso la mejor manera de lavarlas es a mano. El lavavajillas puede dejar restos de espuma en el fondo de las copas y darle al vino olor a jabón, mientras que el líquido abrillantador transfiere al vino, además de aromas muy desagradable, un sabor amargo. Lo ideal es pasar las copas por agua muy caliente inmediatamente después de acabar de beber, así ni siquiera habrá necesidad de utilizar detergente.

Solo tendréis que pasar una esponja por el borde de la copa y dejarlas secar en un escurreplatos o secarlas directamente con un paño insistiendo en el borde para borrar las huellas de los labios. Cuando estén secas, colgadlas bocabajo o ponédlas de pie en la alacena. Evitad guardar las copas en una caja de cartón porque se impregnan con su olor; si no tenéis otra alternativa,  enjuagádlas con agua antes de servir el vino. Y nunca, pongáis las copas de vino hacia abajo en una estantería porque el cáliz absorberá los olores de la estantería y los transferirá al vino.