Te enseñamos a preparar un cóctel de algarrobina en tres sencillos pasos

Los jesuítas españoles fueron los encargados de llevar este cóctel al Perú en el siglo XVII, pero ahora, en pleno siglo XXI está de vuelta entre los bares de Madrid y toda España. Te contamos como realizar esta bebida que lleva vino, huevo y azúcar en sus orígenes y cómo es que se prepara en la actualidad. Se trata del cóctel de algarrobina, mejor conocidos en la actualidad como el ponche peruano. 

Si bien el peruano lleva pisco, pero si no tienes pisco no te preocupes, podrás usar ron blanco para que puedas dejar a tus invitados con la boca abierta y de paso mostrarte como todo un internacional en las preparación de cócteles. Una gran ventaja de la receta que presentaremos es que se hace en tan solo tres sencillos pasos. 

Ingredientes para preparar el ponche peruano

• 1 onza de Pisco o Ron Blanco.
• 1/2 onza de algarrobina 
• 1 unidad de yema de huevo
• 2 onzas de leche evaporada
• 2 cucharadas de azúcar blanca 
• Hielo

Prepara el cóctel de algarrobina

1. Lo primero que haremos es agregar hielo a una licuadora, la leche evaporada, la lleva de huevo y pisco o ron para realizar un primer batido de los ingredientes y que se fusionen a la perfección.
2. Posteriormente se agregarán la algarrobina y una cucharada de azúcar blanca para volver a encender la licuadora. Se debe dejar trabajando hasta que adquiera una consistencia de frappé o no tenga hielos demasiado gordo, esto dependerá de la licuadora que se tenga en casa.
3. Posteriormente se tendrá que servir en vasos y para decorar se debe colocar un poco de canela en polvo. Esto dará un toque más profesional y un buen sabor a la bebida.

Se tiene que mencionar que si se tiene prisa o se tienen que preparar muchos se pueden incrementar las porciones de forma equitativa. La receta que se presentó es para una sola. Otro detalles que si el tiempo es corto se pueden meter todos los ingredientes desde la primera triturada. 

La canela es opcional, se puede decorar al gusto. Con un par de granos de café, o simplemente presentarlo sin decoración. El sabor no cambiará nada. Eso sí, todos los que lo prueben te pedirán otro.