El consumo de leche está presente desde que la humanidad tiene uso de razón. La ingesta de este producto no es el común denominador e otras especies ya que la mayoría de los animales dejan de tomar leche en la infancia, cuando empiezan a necesitar alimentos más complejos.
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En el caso de la leche de vaca, es una buena fuente de proteína y calcio, así como de nutrientes incluidos la vitamina B12 y el iodo. También contienen magnesio, que es importante para el desarrollo de los huesos y el funcionamiento de los músculos, y suero de leche y caseína, que se ha descubierto que juegan un papel en el proceso de bajar la presión.
Según publico la BBC, el Servicio de Salud Nacional de Reino Unido recomienda que los niños de entre uno y tres años consuman 350 miligramos de calcio por día, algo que brindan 0,260 ml de leche, para desarrollar huesos sanos. Pero para los adultos, investigaciones sobre si la leche ayuda o no a mantener nuestros huesos sanos son contradictorias.
Demanda creciente de leches alternativas
Las leches veganas o alternativas son muy poco investigadas y por eso no se puede hacer una afirmación si es mejor que la de vaca. Como demuestra el pasillo de las leches en los supermercados, hay una creciente demanda de estas leches alternativas hechas de soja, almendras, anacardos, avellanas, coco, nueces de macadamia, arroz, lino, avena o cáñamo.
La leche de soja es el mejor remplazo de la leche de vaca en cuanto a la proteína, ya que es la única con un contenido de proteínas comparable. Pero las proteínas en las bebidas alternativas pueden no ser "verdaderas" proteínas. Por eso, se necesitan muchas más líneas de investigación para saber si las leches alternativas pueden ser utilizadas como un sustituto para la leche de vaca para los niños, así como para los ancianos.